AL BORDE DEL ABISMO
Recuerdo una época cuando en Venezuela ocurría un suceso criminal (Homicidios, muerte violentas, secuestros, delincuencia) muertes accidentales o provocadas, al darse a conocer la noticia, nos estremecíamos ante el impacto de los acontecimientos, sin embargo, en la actualidad la cotidianidad e intensidad de estas situaciones se han ido incrementando, de tal manera que ya son comunes, casi a diario nos enteramos de numerosos crímenes, en todos los niveles sociales, y la mayoría con características desconcertantes: “aparecieron tres cuerpos calcinados, mutilados y degollados, asesinado de 20 disparos, asesinado con 20 cuchilladas” y donde dejamos la figura de la extorsión o del secuestro, a veces con resultados fatales o con alto costo económico, son un fin de denuncias, diariamente los periódicos venden más por criminalidad que por deporte, acá la violencia es "el pan nuestro de cada día", por otro lado la crisis económica, el desabastecimiento en las diferentes áreas (salud: hospitales y farmacias. Educación: deterioro en las escuelas, liceos, universidades. Alimentación: escasez de productos de primera necesidad, materia prima y afines) ¿qué ha pasado para que nuestra Venezuela llegue a este punto crítico?
La crisis refleja claramente que el futuro ideológico del régimen se ha visto muy desacreditado por todos estos hechos, como es posible que nuestro país siendo uno de los potencialmente más prósperos de América Latina y del mundo, haya una carestía, un desabastecimiento, una inflación que es una de las más altas del mundo; que la violencia callejera y la delincuencia, hayan convertido este país en uno de los más peligrosos. Esta situación desvirtúa y desacredita profundamente la ideología de un poder que cada vez más se inclina por el autoritarismo y que ha conducido al país hasta este punto crítico.
Por eso ha crecido el descontento, la desesperación, la decepción, el coraje y una voluntad de resistencia extraordinaria con ideales claramente democráticos, en todas aquellas personas que realmente sabemos que nuestro país está al borde del abismo, por eso es que han surgido las movilizaciones en favor de la libertad, la legalidad, la democracia, la lucha contra posiciones ideológicas, intransigentes, intolerantes, creo que es una manera de evitar el colapso y el deterioro nuestra sociedad, es la única esperanza de un futuro digno y mejor.
¿Puede un país en medio de una crisis, “al borde del abismo”, recuperarse y encontrar la felicidad? El premio Nobel de la literatura, Mario Vargas Llosa, afirma que: “La única manera de que Venezuela supere esta crisis es que enmiende una política económica que conduce irremediablemente al fracaso y a la violencia”, es decir, que hay que presionar para que el régimen haga las concesiones necesarias a través del diálogo entre el gobierno y la oposición como única forma de evitar el incremento de la violencia.